NEUTRALIZACIÓN DELICTUAL

Estrategia Radical en Seguridad Pública

Por Raúl Muñoz – Consultor en Investigación Criminal

Desde hace algunos años nuestro país (Chile) ha estado sumido en un incremento vertiginoso de la delincuencia en general y principalmente de grupos y bandas relacionadas al crimen organizado, lo que ha aumentado la sensación de inseguridad en la población, sobre todo por la cantidad homicidios, sicariatos y secuestros que se cometen a diario.

Las acciones de mitigación parecieran no impactar directamente en la inhibición del fenómeno o al menos generar la interrupción de la cadena delictiva, dejando entrever que los delincuentes tienen plena seguridad que la acción del Estado no será efectiva para lograr su captura, más aún cuando el sistema de justicia evidencia problemas estructurales y no funciona eficazmente para reprimir el delito.

Por ende, los niveles de inseguridad en la población han generado una percepción bastante más crítica hacia las acciones que el Estado puede efectuar en contra del crimen. Las medidas que se adoptan no siempre tienen un impacto real en los objetivos que se persiguen, sobre todo cuando no se logra identificar aquellas variables que hacen que el delito siga en aumento.

Estrategias contra el delito

Dentro de las medidas de acción para combatir a la delincuencia se ubican dos tipos de estrategias que son esenciales;

  • Prevención del delito
  • Neutralización del delito

Cuando hablamos de prevención del delito nos referimos a aquellas medidas destinadas a evitar que el delincuente cometa un delito. Por ejemplo, tomar medidas para impedir que el delincuente materialice su accionar, tales como patrullajes, sistemas de alarmas, de televigilancia, etc. De ahí que mientras más medidas de prevención existan, mayor es la posibilidad de inhibir al delincuente para que cometa su acción.

Sin embargo, cuando hablamos de neutralización del delito, nos referimos a medidas específicas destinadas a sacar de circulación al delincuente una vez que ha cometido el delito y por el máximo tiempo posible. Por ejemplo, la investigación de uno o varios hechos delictivos llevan a configurar tipos penales que pueden permitir aplicar a los delincuentes las máximas penas que establece el ordenamiento jurídico.

De esta forma, en la neutralización delictual, se recurre a herramientas como:

  • Análisis criminal
  • Análisis de inteligencia
  • Investigación del delito
  • Reclusión carcelaria.

Con ellas se busca establecer estrategias que buscan el momento preciso para detener al delincuente, junto con todos los medios probatorios que permitan sacarlo de circulación, al menos por un tiempo determinado, sobre la base de los delitos que se puedan configurar y que merezcan asignarle una pena y una condena al final del proceso.

Así, por ejemplo, a una banda delictual compuesta por cinco sujetos que se dedican al delito de robo con intimidación en la modalidad de “portonazo” y/o “encerronas”, se debe trabajar la estrategia de neutralización en conjunto con la persecución penal para así buscar obtener el máximo de penas en la condena.

Dependiendo de los años de condena que se apliquen, será el tiempo que esos delincuentes estarán fuera de circulación y por lo tanto se produce una inhibición de los delitos que potencialmente pudiesen cometer si estuviesen en libertad.

Orientación de la estrategia

Las estrategias actualmente aplicadas, no están permitiendo obtener un resultado eficaz para generar una disminución cierta de la acción criminal. De hecho, la comisión de delitos graves como homicidios, secuestros, sicariatos y robos se ha visibilizado cada vez más y pareciera que el delincuente no teme a la acción de la justicia o del Estado.

En consecuencia, las medidas que se apliquen se deben orientar hacia la estrategia de Neutralizar el Delito, es decir, de sacar de circulación al delincuente, pero, además, infundirle el “miedo” para que se inhiba de cometerlo. Infundir el miedo implica adoptar medidas tan radicales que el delincuente evalúe, bajo la óptica de la teoría de la selección racional del delito, si le conviene o no cometer el delito, entendiendo que, si lo capturan, recibirá un castigo ejemplificador. Por ende, lo que se favorece con este tipo de estrategia es preservar el derecho de las víctimas, por sobre el delincuente, de recibir la seguridad garantizada por parte del Estado.

Un claro ejemplo de neutralización delictual es la aplicación del llamado modelo Bukele, en El Salvador, donde la tasa de homicidios cayó abruptamente, porque los principales autores (miembros de pandillas) están encarcelados, es decir, fuera de circulación y bajo un sistema carcelario que los mantiene con mínimas (casi nulas) esperanzas de salir.

En otras palabras, neutralizar el delito es una estrategia que requiere tomar decisiones radicales, principalmente de mantener al delincuente fuera de circulación, pero que paralelamente tiene un costo, muchas veces alto para el delincuente, pero que la ganancia se traduce en garantizar y asegurar un entorno libre y controlado del fenómeno criminal.

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